jueves, 24 de septiembre de 2009

Insomnia...



Por: Tim Briceño Torrenegra



Puedo ver tu rostro claramente entre las miles de figuras que perciben mis ojos mientras estoy tendido sobre este cómodo rectángulo espumado, mirando hacia el cielo de mi habitación, esperando la ineludible visita de Morfeo, el cual parece que hoy esta algo retrasado.

Sí. Allí estás tu en medio de ese silencio que hoy se escucha mas fuerte.
Aún mi mente, mi corazón, y todo mi ser, no han podido desintoxicarse de ti.

¿Qué harás a estas horas de la noche-día?

Imagino que has de estar en la misma posición en que yo me encuentro, con la gran diferencia que la parte posterior de tu cuello es impregnada por el aliento de alguien que te rodea con sus brazos, brindándote la seguridad que en mi no quisiste encontrar.

¡Me duele amarte, me duele quererte, me duele sentirte!

En estos momentos de intimidad es cuando uno puede darse cuenta que la soledad no tiene trampas, y que las demás personas a tu alrededor, son solo elementos distractores de la realidad que carcome tus pensamientos.

Busco refugio en mi almohada tratando de dormir, queriendo mitigar tus recuerdos que desfilan incesantemente por mi cabeza.

¡Pero que va! Para mi hasta el dormir es en vano.

Y seguirá siéndolo hasta que no descubra ese lugar en el mundo, donde pueda dormir...sin que te sueñe.

2 comentarios:

Melissa Z dijo...

Precioso, Tim.

Fabián Buelvas dijo...

Triste, muy desconsolador el relato.
Saludos.